El viaje empezó regular, nada más llegar al punto d encuentro para iniciar el viaje a Valladolid mi moto se paró. Un problema de mala instalación de batería, nuestro querido Tino me llevó a por mi otra moto y seguimos con retraso hacia Valladolid.
Después de una ruta chula llegamos a el hotel de la concentración donde tuvimos una cálida recepción por parte de los compañeros del Club. Otros cuantos KM en grupo, aperitivo motero y cervecita en la sede del club y comida con sorteo.
La tarde se nos presentó con un buen concierto rock y una cena con un chuletón que no cabía en el plato. Unas copitas unas risas y al hotel.