RECUERDOS DE INFANCIA
Cuando era pequeño, a escondidas de mi abuela Rita , solía bajar a la carbonera. Allí había apoyada en una pared desde hace muchos años una moto, era una pequeña Guzzi 49. Era la moto de mi abuelo Francesco, fallecido muchos años antes.
Recuerdo el depósito rojo y estaba abollado, en él se veía un águila, un ÁGUILA DORADA. El nombre no se veía, desaparecido con el pasar de los años. Tendría yo unos 6 años y para mí aquella moto era enorme, no conseguía despegarla de la pared por lo que pesaba. Subido en ella imaginé grandes viajes, iba por todo el mundo. Hasta busqué un acompañante, mi hermano Pasquale, 2 años más pequeño que yo. Un día por curiosidad pregunté a mis padres qué moto era aquella que llevaba un águila dorada en el depósito. Mi padre me miró y sonrió diciéndome: «Una GUZZI».
Unos años después mi padre sacó aquel hierro de la carbonera. Para mi fue un día especial, verla finalmente despegada de aquella pared. Mi padre restauró aquella moto. La primera vuelta después de 25 años se la di yo. Volví a ver todo aquellos sitio que había visto en mi fantasía de niño.
Espero que un día mi hijo Fabio puede montarse en la moto de su bisabuelo y viajar con ella hasta el infinito y que me pregunté qué moto es esta que lleva el ÁGUILA DORADA.
FRANCESCO SCALCIONE, presidente de E.M.G.C®