Un viaje a Albacete en Moto Guzzi V85TT Travel.
El pasado mes de enero de 2024 me desperté como a las 7:00, me vestí con mis mejores galas moteras y bajé al garaje a cargar en mi Moto Guzzi V85TT Travel el equipaje que preparé la noche anterior. Después, cargué el navegador del móvil con la ruta diseñada hasta Albacete y arranqué la moto para ir hasta allá.
Vale, hasta aquí todo parece una salida normal y corriente, pero las circunstancias que me llevaron hasta ese momento del 25 de enero de 2024 son curiosas.
De momento nos iremos un poco más atrás en el tiempo. Noviembre de 2023.
Además de montar en moto yo escribo. Libros, se entiende. De poesía y novela. Acababa de publicar mi último libro de poemas y me fui hasta Valencia en moto para presentarlo a mediados de noviembre. El caso es que a la vuelta, en vez de tomar la autovía, me propuse viajar por carreteras comarcales a pesa de tener que invertir 10 horas en el viaje. Ya se sabe, el placer de pasar por sitios solitarios, puertos de montaña, bosques, ríos, etc. Lo malo de las comarcales y las zonas rurales es que, debido a la continua despoblación, pasas por pocas gasolineras y, aunque la moto tiene un depósito bastante grande, no llevaba agua y cuando pasaba por Cuenca, me moría de sed, mientras que la Guzzi iba bien servida de su gasolina. Y entre gasolineras desatendidas (muchas; todas con pago por tarjeta y sin siquiera una máquina de refrescos) y pocos bares que me encontré, más alguno que no vi a tiempo, el caso es que me moría de sed y descubrí un bar de pronto, con su gasolinera y todo. A la antigua usanza. Intermitente y para la puerta del bar que me fui a dejar la moto. Al maniobrar, a lo lejos, vi a un motorista parado que bebía de una botella de agua (afortunado él, pensé) al lado de una trail que no identifiqué (la moto) por mi obsesión con poder tomar algo líquido como estaba haciendo ese piloto. Aparqué, me fui para adentro y pedí un gran vaso de agua y un refresco. En el bar solo había un par de clientes y la camarera que hablaba con uno de ellos. Bebía yo, cuando oigo el motor de la trail que se acerca al bar y entra una persona embutida en una magnífica chupa de cuero negro con el logotipo de Moto Guzzi. Se acerca hasta mi y me dice
- Tú eres el dueño de esa V85 de la puerta ¿verdad?
Bueno, por no aburrir ni alargar esto demasiado, el buen hombre me contó que había oído y reconocido el sonido del motor Guzzi de mi moto y me presentó el grupo nacional de la Moto Guzzi V85. Yo le dije que era del Club Moto Guzzi España (además de pertenecer al Club Poético Motero, eso ya lo contaré en otro momento), pero que no sabía nada de ese foro de V85 y me invitó a entrar a él. Comentamos por qué andábamos por allí, de dónde éramos, nombres… lo típico. Ese fue mi primer contacto con un dueño de Moto Guzzi V85 de la ciudad de Albacete y me comentó que allí había bastantes propietarios de esta magnífica Guzzi.
Pasaron las semanas y yo me integré en el grupo de la V85 nacional y en una de las conversaciones, comenté que cuando compré a Riff-Raff (así llamo a mi moto), ésta venía con un GPS y que yo solo lo había usado una vez para ver si funcionaba (y así era) y que me movía mejor con el móvil. Así que dije que lo vendía. Pues una persona de Albacete me dice que me lo compra. Yo, que tenía planeado tomar vacaciones a finales de enero, le comento que voy a hacer una ruta y que me paso por Albacete, le dejo el GPS y cerramos la venta. Esta persona, no era aquél que me encontré en el bar de Cuenca, no. Era otro poseedor de una V85 de Albacete. Así que con la venta cerrada y con 3 semanas hasta mis vacaciones, anduve jugando con el Calimoto (el diseñador de rutas que uso para viajar) para diseñar algunas rutas hasta Albacete en lo que iba a ser un viaje de varios días por distintos sitios, pasando por la ciudad de Albacete para finalizar la venta. Según pasan los días y acercándose la fecha de mi semana de vacaciones, en el foro se empieza a animar la cosa y la gente empieza a comentar que ya que iba que habría que hacer una salida, que no podía hacer la venta y salir de Albacete sin conocer la zona. Total, que la cosa se lía y acabó en este viaje que duró 3 días y juntó a más de 15 Moto Guzz V85tt. ¿Cómo? Pues aún no lo sé, pero en nada J.M. (el que me encontré en un bar de carretera en Cuenca) había creado un sub foro o sub grupo dedicado solo a mi visita a Albacete que llamó Un converso Amish visita Albacete (en el día de los inocentes yo había colgado una foto en mi perfil de Whatsapp y en RR.SS, disfrazado de Amish diciendo que lo dejaba todo y me abrazaba al credo Amish y que había cambiado mis motos por un carro, dos mulas y dos cabras; pero esa es otra historia).
Total, que en nada habíamos cerrado un viaje de 3 días, con centro en la ciudad de Albacete y J.M. nos había pasado hasta todo un documento con los periplos, paradas, horarios, etc. Todo maravillosamente organizado. Una semana antes de salir, contacta por privado conmigo un tal Pachi, que conocía del foro, pero no en persona. Que si aceptaba un acompañante en la ruta, que él se unía. Desde Zaragoza. Se unía a la aventura albaceteña, el mítico Pachi. La cosa tomaba ya visos internacionales, casi. Y un miércoles, tomé mi moto y me fui para Albacete.
Vale, esto es, digamos, la parte anecdótica y el porqué de este viaje: la venta de un dispositivo GPS a un guzzista de Albacete.
El viaje.
Debo decir que yo, de Albacete solo conocía Alcalá del Júcar y poco más (la Jorquera). La impresión inicial no fue muy buena, rectas interminables, poco tráfico… Pero, amigos y amigas, pedazo de provincia. Que de cosas esconde la jodía.
El primer día, viernes, después de desayunar churros (cuidado con pedir más de1 churro en Albacete, son de tamaño desproporcionado y son lo que en Madrid llamamos porras, pero no quiero abrir este debate ahora). Nos fuimos a hacer la siguiente ruta:
- Tramo 1 – Calares del Mundo y La Sima. Albacete – Peñas – Sahuco – Peñascosa – Bogarra – Paterna – Batán del Puerto – Riópar Viejo – Nacimiento del río Mundo.
- Tramo 2 – Sierra del Segura. Río Mundo – Siles – La Toba – Anchuricas – Las Juntas – Góntar – Alcantarilla – Yeste.
- Tramo 3 – Vuelta. Yeste – Liétor – Albacete.
Todo esto el primer día. Más de 400 kilómetros de ruta, con un grupo de 7 motos (todas V85). En la penúltima parada yo estaba absolutamente agotado, pero que paisajes y que curvas. Maravilloso y desde luego mereció la pena el esfuerzo, sin duda. Cenamos en Albacete ciudad, con gente que vendría el sábado y algún amigo más. Todo perfecto y con ganas de arrancar ya el segundo día.
Sábado. Vuelta a la ceremonia churrera antes de salir. Fallo en una de las motos (batería baja), pero enseguida se solucionó con un cebador que alguien tenía por allí y sobre las motos a hacer kilómetros (me prometieron más tranquilidad). Íbamos 15 motos o 16, no recuerdo, esta vez venían una Honda CBR y una BMW R también:
- Ruta Amanece que no es poco. Albacete – Liétor. Paramos a visitar el pueblo, su ermita, las calles. Precioso. Luego fuimos a Ayna y de ahí a Molinicos. Comimos en el restaurante Los Olivos (atascaburras y un paté riquísimo además de otros platos típicos de por allí, todo cojonudo). Luego vuelta a Ayna por otro sitio que no recuerdo y todo fantástico. Vuelta a Albacete y cena en la Bodega Serapio que es muy recomendable. Alguna incidencia hubo, me patinó la rueda delantera en un tramo con tierra en medio de la carretera y casi me marco un recto en plena curva y me despeño, pero salvé la situación. Un poco más tarde apareció un butanero que iba a toda leche y que casi me lleva por delante en una curva a izquierdas y también casi me despeño. Pero controlé y menos mal que no íbamos muy deprisa. Este día, se unió desde Madrid R. que viajó de madrugada hasta Albacete. Otro mito de la V85, un polaco gigante y simpatiquísimo con el que espero volver a coincidir algún día.
El tercer día ya era una ruta más pequeña, solo de mañana y se limitaba a la zona del Júcar y sierra de Cazorla. Alcalá del Júcar, Cubas, la Jorquera… (no en ese orden precisamente). Luego, caminito para Madrid.
Total, que recomiendo a todo el mundo visitar la provincia de Albacete y si es en moto, mejor, obviamente.
Mi más sincero agradecimiento a la gente del comando Albacete que me trató magníficamente y me sentí siempre cuidado y arropado por ellos y ellas. Son unas personas maravillosas y simpatiquísimas. Fueron 3 días fantásticos y todo por vender un GPS. Gracias, de verdad.
